El suelo radiante es uno de los sistemas más eficientes y económicos que existen para la calefacción del hogar, así como para la refrigeración. Un suelo radiante se constituye por una serie de tuberías que van debajo del pavimentado en las cuales circula el agua —caliente o fría, dependiendo de la temporada del año—. El suelo radiante permite crear una temperatura homogénea y confortable en invierno y en verano, además de ahorrar en la factura mensual de la energía. Este tipo de suelo puede ser instalado tanto en viviendas individuales, como en las de uso colectivo. También en hospitales, oficinas, fábricas, colegios o residencias de ancianos, entre otras. En los complejos deportivos e incluso en espacios al aire libre —como es el caso de los suelos antihielo de algunos parkings—.
Al hablar de suelo radiante hablamos de un sistema que entremezcla los elementos de calefacción con la mampostería, por eso es importante prestar atención a cómo debe ser instalado de manera adecuada para que el resultado sea óptimo. Te explicamos cuáles son los materiales que necesitas, los pasos a seguir y algunos consejos que pueden resultarte de gran utilidad. ¡Sigue leyendo este artículo para más información!
Materiales para instalar un suelo radiante
Lo primero que debemos hacer antes de instalar un suelo radiante es equiparnos con los materiales necesarios para poder llevar a cabo la instalación. Esto es lo que necesitarás:
- Placas de nopas o panel aislante: Son piezas imprescindibles para el aislamiento térmico y a la instalación de un suelo radiante. Estas se caracterizan por su alto grado de flexibilidad y su fácil instalación.
- Tuberías: Los tubos se instalan sobre las placas de aislamiento. Muchos de los paneles aislantes ya vienen incluidos con las nopas, para que las tuberías encajen a la perfección.
- Accesorios de conexión de tuberías: Como casquillos corredizos, manguitos de unión, racor para tubos, cabezales y otras piezas que puedan servir para unir las tuberías del suelo radiante con las generales y entre sí.
- Mortero: El mortero es la solución que se mezcla con agua para facilitar la colocación del suelo y promover una mejor distribución del calor. Este suele estar compuesto de hormigón o de anhidrita, pero también de otros materiales optimizados. El mortero debe tener un espesor aproximado de 5 cm para que el asilamiento sea efectivo.
- Pavimento: Este componente del edificio debe ser elegido de acuerdo a la normativa vigente. Se debe optar por un tipo de pavimento que sea conductor, para mejorar la eficiencia del sistema del suelo radiante.
Para adquirir los materiales necesarios debes visitar una tienda especializada en herramientas y materiales para la instalación de los mismos, como es el caso de Renovista que es distribuidora oficial de la marca REHAU. Esta última trabaja con soluciones a base de polímeros para la realización de herramientas y materiales de construcción y fontanerías, así como calefacción. En su tienda online puedes encontrar todo lo que necesitas para instalar suelo radiante REHAU, como son las tuberías, los accesorios de conexión de tuberías, paneles de suelo radiante, sistemas con guía y accesorios para los sistemas de suelo radiante, entre otros.
Pasos para instalar suelo radiante
Para instalar el suelo radiante hay que seguir una serie de pasos que te permitirán mejorar la aclimatación del hogar de manera sencilla y práctica, mejorando de esta forma la eficiencia energética de tu hogar y reduciendo las facturas cada mes. Esto es lo que debes hacer:
Preparar la superficie
Para preparar el terreno sobre el cual se va a instalar el suelo radiante tendrás que limpiar y nivelar el suelo —así evitarás que los paneles aislantes se deterioren a causa de las irregularidades—. Así mismo, para aislar las plantas bajas de posibles humedades, es conveniente instalar un film aislante, en caso de que fuera necesario. Después tendrás que colocar la banda perimetral de plástico donde sea necesario. Ten en cuenta que al instalar los suelos en zonas húmedas —como baños y cocinas— habrá que rodear los tubos de desagüe con una banda perimetral de plástico para evitar la formación de puentes térmicos, así como los problemas de absorción de dilaciones.
Instalación de los colectores
Estos se utilizan para conectar el sistema de calefacción a la caldera o calentador. Desde ellos salen y entran los distintos circuitos de tuberías y ellos nos permitirán regular la temperatura individual en cada estancia de la casa —como en los radiadores—. Los colectores se instalan en zonas registrables y de fácil acceso, puesto que cada cierto tiempo será necesario purgar el circuito. Estos pueden ir empotrados en un tabique o en un armario empotrado.
Coloca el panel aislante
Recuerda que la superficie debe estar nivelada para poder hacerlo (lo más lisa posible). La unión entre los diferentes paneles suele realizarse por machihembrado, esto resulta muy sencillo y agiliza el proceso. Así mismo, es importante tener en cuenta que el suelo requiere de un espacio entre la zona del forjado y el solado de unos 8 cm adicionales, por lo que debes preverlo desde el principio. Asegúrate de colocar bien los paneles para que las juntas queden totalmente selladas y evitar que el mortero que apliques posteriormente provoque un puente térmico.
Instala las tuberías
Los tubos deben instalarse sobre el panel aislante. Si el panel cuenta con protuberancias las tuberías deben encajar en ellas, si es liso, será necesario hacer uso de grapas para fijar tubos. El tubo que encontrarás se encuentra enrollado en bobinas. A la hora de instalarlos ten en cuenta la planificación de los mismos, puesto que hay zonas como el pasillo que no necesitan tanto calor y otras que sí, como las zonas que están cerca de ventajas y puertas. En cualquier caso, ten en cuenta que las instalaciones con circuitos más largos pueden sufrir pérdidas de presión, lo que implica que no se aproveche el calor al máximo. Ten en cuenta prever juntas de dilación en áreas superiores a los 40 metros cuadrados o cuando la longitud de la habitación sea mayor o igual a dos veces la anchura.
Prueba el circuito
Por ley, este debe probarse. Para ello tendrás que llenar la instalación lentamente, reduciendo al máximo la entrada de aire. La normativa exige que la presión de prueba sea de 6 bares y que se realice 24 horas antes de colocar la cubierta.
Vierte el mortero
El siguiente paso consiste en verter el mortero. Recuerda que este debe tener un espesor de unos 5 cm. Lo más aconsejable es que adquieres un mortero autonivelable ya que este promoverá mejor la distribución del calor, si este no se vierte adecuadamente es posible que aumente la resistencia térmica del suelo. La temperatura debe estar por encima de los 5º C en el momento de realizar el vertido y debe mantenerse así durante 3 días.
Colocación del solado o suelo
Por último, tendrás que colocar el solado. Para ello, es necesario esperar un periodo de 28 días desde el vertido del hormigón.
Algunos consejos a tener en cuenta sobre la instalación de suelo radiante
Hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de llevar a cabo la instalación de suelo radiante y al hacer uso de ella. Fíjate en lo siguiente:
- Todas las instalaciones, cuando funcionan en modo frío, deben operar por encima del punto de rocío.
- Los pavimentos más aconsejados para un suelo radiante son los de piedra natural o los suelos cerámicos. La madera y los suelos laminados no son muy buenos conductores.
- El equilibrado hidráulico de la habitación te permitirá mantener constantemente la temperatura del agua en todos los puntos de la vivienda. Para lograr un correcto equilibrado es fundamental que la temperatura de retorno sea la misma en todos los circuitos y que el salto térmico entre la ida y el retorno no supere los 10º C.