Si vives en una casa o chalet, seguramente tienes una piscina para disfrutar en los días de verano con toda la familia. No obstante, es frecuente que tengas problemas con los cambios de temperatura del agua, la evaporación y pérdida de los productos químicos para mantenerla limpia.
Una de las soluciones más prácticas y económicas es colocar una manta térmica, la cual va a conservar el calor y reducir las pérdidas de agua. Estas mantas son de plásticos resistentes y una estructura de burbujas, lo cual ayuda a que mantengan su estructura y calienten mejor el agua.
Las mantas térmicas se deben colocar con cuidado para evitar que se dañen y puedan cumplir sus funciones de manera eficiente. En esta revisión te presentamos consejos de la forma adecuada de usarlas, su funcionamiento y los diferentes tipos disponibles en el mercado.
¿Cuál es la mejor manta térmica para piscinas?
Al momento de seleccionar tu manta térmica, debes considerar el tamaño de la piscina, la calidad de los materiales y tu presupuesto. En la actualidad vas a encontrar mantas de distintos grosores y tipos de burbujas, que son más o menos resistentes.
Toma en cuenta que las mantas térmicas sufren daños principalmente por la acción de los rayos solares y de los químicos que colocas para el mantenimiento de la piscina. Los grosores de las mantas van de 400 a 800 micras, siendo más resistentes las de mayor espesor.
En cuanto a las burbujas, encontrarás opciones simples y otras dobles o reforzadas, las cuales soportan mucho mejor la acción de la radiación solar. Las mantas más gruesas y de burbuja reforzada son las de mejor calidad, pero también mucho más costosas.
Si tienes una piscina pequeña, que solamente utilizas unos días en el verano, tu mejor opción puede ser una manta térmica más económica, pero menos duradera. Si tienes una piscina de uso frecuente, en un área donde los cambios de temperatura son marcados, la mejor inversión es una manta térmica gruesa y con un sistema de burbujas reforzado.
¿Cómo se coloca la manta térmica en la piscina?
Una de las principales razones para adquirir estos accesorios de piscina, es que conservan la temperatura del agua. Cuando la manta se coloca de manera adecuada, es posible conservar de 5 a 8 °C de temperatura por encima de la ambiental.
Por otra parte, podrás ahorrar hasta un 30% en los productos químicos, como el cloro, que se agregan a la piscina para conservar el agua limpia. Y por último, se evita la evaporación en aproximadamente un 98%, lo cual hace que ahorres mucho en agua.
No obstante, todas estas ventajas se pueden perder si no haces una correcta instalación y colocación de la manta. Te recomiendo seguir los siguientes pasos, a fin de sacar el mayor provecho de tu manta térmica:
- Lo primero es instalar un enrollador, que puede ser manual o motorizado, cuidando que los tubos sean unos 40 cm más anchos que la manta térmica. Si no colocas este implemento, será mucho más difícil colocar y retirar la manta.
- El enrollador puede fijarse en un extremo de la piscina o tienes la opción de seleccionar uno con ruedas, para desplazarlo cuando lo necesites.
- Instala las cintas para unir la manta al enrollador, colocándolas en los agujeros en los extremos de la manta. Recuerda que la superficie con burbujas debe quedar hacia el agua, para que se mantenga mejor el calor.
- Va desenrollando la manta con cuidado para que vaya cubriendo toda la superficie de la piscina. Si es muy ancha, te recomiendo hacerlo entre dos personas, para que una desenrolle y la otra extienda la manta.
- Cuida que toda el agua de la piscina quede cubierta y que no haya pliegues, ya que se puede deteriorar la manta.
- Debes mantener la piscina cubierta mientras no la estés utilizando. No obstante, retira la manta si hay vientos muy fuertes o tormenta.
Para alargar la vida útil de tu manta térmica, es importante que sigas algunos consejos para su cuidado:
- Nunca coloques la manta luego de clorar la piscina, ya que el alto contenido de cloro puede dañarla. Se recomienda colocarla luego de 48 horas del proceso.
- Cuida el pH del agua, tanto para la salud de los bañistas como para conservar la manta térmica. Si tienes un pH por debajo de 7, la manta comienza a deteriorarse.
- No dejes la manta doblada o enrollada con humedad durante mucho tiempo, debido a que pueden proliferar hongos.
- Cuando guardes la manta térmica, debes tener cuidado de secarla muy bien. Durante el verano es recomendable dejarla en un lugar seco y soleado.
- No debes usar la manta térmica en invierno, ya que las bajas temperaturas llegan a agrietarla. Lo mejor es secarla bien, enrollarla o doblarla y colocar en un sitio fresco y seco del interior de la vivienda.
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Tipos de mantas térmicas para piscinas
Las mantas térmicas se elaboran con materiales plásticos, los cuales presentan burbujas que funcionan como aislantes. Según el tipo de burbuja en la superficie, encontrarás los siguientes tipos:
De burbuja sencilla
Es la manta térmica más económica, que lleva en su superficie burbujas de una sola capa, las cuales son menos eficientes para la conservación del calor. Estos materiales no han sido especialmente diseñados para las piscinas, por lo que son menos resistentes.
Las puedes conseguir de distintos grosores, siendo más eficientes las más gruesas y los acabados pueden tener ángulos muy afilados o zonas más débiles. La vida útil de este tipo de mantas es de unos 2 a 3 años y soportan menos el uso intensivo.
De burbuja doble
Son mantas diseñadas pensando en las condiciones particulares de una piscina, por lo que son mucho más eficientes en la conservación del calor. Al ser dobles, en su interior hay un espacio que les permite expandirse con las altas temperaturas, sin dañar la estructura del plástico.
Por otra parte, la zona de las burbujas suele venir reforzada para evitar puntos débiles, que puedan ser afectados por el sol. Resisten bastante bien la acción de los productos químicos de las piscinas y se suelen cuidar los acabados, a fin de evitar puntas filosas.
Este tipo de mantas se encuentran desde 400 a 700 micras de grosor y tienen una resistencia hasta 50% mayor a los rayos UV que las de burbuja sencilla. Son más costosas, pero la inversión vale la pena, ya que su vida útil es de 4 hasta 6 años.
¿Cómo funcionan las mantas térmicas para piscinas?
Estas mantas forman una superficie aislante, la cual evita que se disipe el calor acumulado en el agua. Por otra parte, permiten aprovechar la energía solar y calentar el agua, aun cuando se colocan durante el día y evitan que el vapor de agua salga.
Se estima que más del 75% del calor que se disipa de una piscina es consecuencia de la evaporación, lo cual no ocurre al colocar la manta térmica. Las moléculas de agua chocan contra la superficie de la manta y vuelven a condensarse.
Además, la manta acumula calor en su estructura, que luego conduce hasta el agua, logrando aumentar la temperatura entre 8 a 10 °C. Esto es más eficiente, mientras más gruesa es la manta, ya que tendrá un mayor número de capas de burbujas.
En ambientes cálidos, donde las diferencias de temperatura entre el día y la noche no son muy marcados, una manta de 400 micras puede funcionar bien. Mientras que en zonas de montaña, donde la diferencia térmica es muy grande, es recomendable utilizar mantas de 600 a 800 micras de grosor.