Con la llegada del buen tiempo son muchas las personas que comienzan a plantearse la idea de instalar una piscina de acero en su azotea o terraza. Pero no todo el mundo puede realizar esa instalación y te vamos a mostrar el motivo.
¿Puedo instalar una piscina en la terraza?
No todo el mundo puede hacerlo porque no todas las terrazas son aptas para aguantar el peso que provocará la piscina. Cuando hablo de piscina, no hablo de una piscina pequeña infantil de pocos litros de capacidad, sino de las grandes para disfrutar de un buen baño.
Para saber si realmente la terraza o la azotea es capaz de aguantar el peso y la presión de la azotea, es fundamental hacer un estudio de la estructura del edificio. Gracias a ese estudio técnico podremos saber cuál es el peso máximo que es capaz de aguantar la estructura. Con esa información en la mano seremos capaces de encontrar la piscina que sí que podemos instalar. Siempre hay que quedarse un poco corto para evitar sobresaturar la estructura y así evitar el riesgo de desprendimiento o grietas.
¿Qué piscina debo comprar?
Con los datos en la mano ya sabrás que requisitos debe cumplir la piscina para no sobrepasar la estructura. Una buena opción puede ser la de instalar piscinas de acero desmontables, las cuales podrás retirar en invierno y así aprovechar el espacio fuera de la época del baño. La ventaja de ese tipo de piscinas es que no son muy caras y hay modelos para todo tipo de necesidades. Si tienes claras las características, seguro que no tendrás problemas de encontrar la alternativa perfecta para tus necesidades.
Bajo ningún concepto cometas el error de comprar una piscina que tenga un vaso superior al peso que es capaz de aguantar la estructura. Si lo haces, lo más seguro es que las grietas no tarden en aparecer y en poco tiempo la terraza corra el riesgo de desprendimiento.
Lo que sí puede suceder es que en ocasiones la estructura tenga que reforzarse con refuerzos para poder aguantar sin problemas el peso de la piscina que nos interesa instalar. Recuerda, el estudio técnico es fundamental para tomar la mejor decisión.
¿Cuáles son las limitaciones para instalar una piscina?
No hay que realizar la instalación de la piscina “a lo loco”. Siempre tenemos que fijarnos en los requisitos que garantizarán que la viabilidad del proyecto. No hay que correr riesgos innecesarios para poner una piscina en verano. Si no lo hacemos bien, no solo nosotros nos veremos afectados, sino que podremos afectar directamente al resto de los vecinos. Eso supondrá un problema importante. De aquí que el estudio previo salga rentable en todos los aspectos.
Para que te hagas a la idea, una piscina de 6.5×3.5 metros y un metro de profundidad cuenta con unos 22750l. Eso quiere decir que esa piscina necesitará de un soporte que permita cargar sin problemas 1000kg por metro cuadrado. Más luego el peso del propio vaso. Eso significa que para evitar problemas habría que tener una estructura capaz de aguantar sin problemas 1600km/m2 y en su defecto instalar refuerzos que permitiesen aguantar el peso. Por supuesto, todo dependerá del tamaño de la piscina.
¿La piscina debe ser de un material específico?
Realmente la piscina que podemos instalar en la azotea o en la terraza puede ser de cualquier material. Lo importante es reducir al máximo el peso para que la estructura pueda aguantar el peso. Por ese motivo se recomienda que el material sea ligero para que el peso del vaso no sea alto y provoque más problemas. Eso sí, independientemente del material elegido, los expertos en piscinas siempre recomiendan optar por piscinas de doble vaso, aunque eso suponga un peso superior. El objetivo de usar un doble vaso es conseguir que el principal aguante el agua, mientras que el segundo funcione como un sistema de seguridad que evite posibles filtraciones. Si la piscina solo cuenta con un vaso, en caso de filtración, el agua irá directamente a los vecinos de abajo. Si no quieres tener problemas con la instalación de la piscina, opta por un modelo de calidad que reduzca los riesgos al máximo.
Para que te hagas a la idea, las piscinas de acero son la mejor opción según los expertos a la hora de realizar la instalación en una azotea. Son perfectas si no buscamos mucha profundidad. Se recomiendan porque ofrecen una gran resistencia, el vaso es entero y eso garantiza la estanqueidad. Una muy buena alternativa si buscamos una buena piscina con la cual reducir los riesgos de filtrar agua a los vecinos de los pisos inferiores. Además, son muy resistentes a los cambios de temperatura, incluidas las heladas.
Otra opción puede ser la de optar por las piscinas que han sido fabricadas a base de poliéster reforzado con fibra de vidrio. Esos pueden ser sustituidos o combinados con materiales minerales o resinas. La ventaja de esta opción es que permite que la instalación de la piscina sea rápida, pero en cambio los tamaños son muy limitados. Si el tamaño que encuentras se adapta a lo que quieres tener en tu vivienda, entonces esta opción te puede interesar, sobre todo si quieres desmontarla en los meses de frío. Finalmente nos encontramos las de hormigón, pero no son fáciles de instalar, por lo que no se suelen poner en los bloques de edificios por sus limitaciones. Destacan por ser muy resistentes y ofrecen una muy buena estanqueidad, pero a cambio no son aptas para instalar en muchas terrazas.
A la hora de tomar una decisión es importante tener claro si nos interesa mejor optar por una piscina de obra o una prefabricada. Si hay mucho espacio, las de obra se presentan como una muy buena opción. En cambio, si las condiciones y el espacio son limitados, entonces las prefabricadas se presentan como una opción muy interesante. Recuerda, los datos del estudio técnico te serán de gran ayuda a la hora de saber qué tipo de piscina se adapta mejor a tus necesidades.