Las modas en decoración son de lo más cambiantes. En cada temporada nos decantamos por un tipo de color, material, inspiración, estilo… Cada cierto tiempo se suele dar un giro a este tipo de condicionantes acorde con la época que se vive y las necesidades de los hogares o de las instalaciones.
Lo que siempre acaba volviendo y rara vez pasa de moda es el material de calidad. Puede que en algunos momentos se instale de una forma o de otra, que quede en un segundo plano según las tendencias, pero siempre acaba volviendo a nuestros hogares de manera inevitable.
Uno de estos materiales es la baldosa hidráulica. Se trata de un concepto de azulejo que está volviendo con fuerza después de algún tiempo en segundo plano y que puede que despierte un gran interés en ti si estás pensando en hacer una reforma.
¿Es ese tu caso? Entonces estás en el lugar adecuado. En este artículo queremos ponerte al día sobre las baldosas hidráulicas, qué son y qué tipos encontrarás en el mercado.
¿Qué son las baldosas hidráulicas?
Las baldosas hidráulicas son azulejos decorativos que se fabrican con cementos pigmentados. Tienen su origen en Francia y se empezaron a crear a mediados del siglo XIX. De hecho, estos materiales fueron muy protagonistas e identitarios de la transición entre la época preindustrial e industrial. Como se puede observar, no estamos hablando de algo nuevo, sino de un material que está muy consolidado en el universo de la decoración.
Cómo son las baldosas hidráulicas
Lo que más caracteriza a las baldosas hidráulicas y fue motivo de un gran interés es que no necesitan procesos de cocción para ser consolidadas, pues este proceso se hace mediante prensa hidráulica. Gracias a esta cualidad, despertaron mucha curiosidad en buena parte del Mediterráneo, América del Sur y Oriente Medio, puesto que se instalan con gran facilidad y se fabrican con costes menores. Algo que aportaba una buena solución para las construcciones, de calidad, y con fantásticos atributos estéticos.
Se puede percibir su gran expansión a partir del año 1880 con especial incidencia en Francia y Bélgica, además, han sido plenas protagonistas de la arquitectura de estilo modernista. Se trata de baldosas muy versátiles, con una capacidad extraordinaria para adaptarse a los diferentes gustos estéticos particulares y que proporcionan un gran ahorro en todos sus procesos.
En la actualidad, se ve cómo estas piezas vuelven a captar la atención en los diferentes espacios de diseño y arquitectura, pues tienen un encanto especial. Uno de los formatos más populares es en forma de mosaico, creando estampas completamente hermosas a la vista y dotando de un gran carácter a cualquier estancia.
La instalación de este tipo de baldosas
Si te planteas apostar por las baldosas hidráulicas debes saber que su instalación es realmente sencilla, ¡otra interesante ventaja! Solo se debe nivelar la superficie, decidir el dibujo que se desea instalar y fijar cada baldosa con la ayuda de un adhesivo cerámico.
Se procede por último a un proceso de rejuntado en el que se rellenan las juntas que han quedado entre sí con algún cemento blanco. Después de todo el proceso de instalación, solo hay que dejarlas en reposo durante unas 72 horas y ya se podrá pisar con normalidad la superficie.
Tipos de baldosas hidráulicas
A la hora de instalar baldosas hidráulicas en cualquier estancia se pueden escoger modelos de diferentes tipos. Esto va a facilitar el acierto, ya que podremos encontrar aquellas que se adaptan mejor a las necesidades particulares de cada vivienda, local u oficina.
Estos son los tipos de baldosas hidráulicas:
- Las baldosas hidráulicas de cemento. Están entre los formatos más tradicionales y las hay en medidas muy diversas para poder decantarse por la más adecuada con el espacio. Se fabrican mediante una mezcla de polvo de mármol, arena, cemento y pigmentos de colores al gusto. Habitualmente, se integra una capa protectora en la superficie para salvaguardar su integridad y se emplean para dar un aire retro a la decoración.
- Las baldosas hidráulicas de gres porcelánicos. Este tipo de azulejo es de lo más versátil, ya que permite su instalación, de una forma muy sencilla, tanto en interiores como en ambientes exteriores. Son muy resistentes al desgaste, al uso constante y a la aparición de manchas, por lo que no te traerán problemas en su mantenimiento. Además, también son muy flexibles en cuando al gusto decorativo porque se presentan en imitaciones de mármol, madera o piedra.
- Las baldosas hidráulicas de cerámica. Se trata de los modelos más accesibles y altamente recomendados para su instalación en espacios interiores. En este caso, se encuentran en una amplia variedad de colores y versiones estáticas para todos los gustos, así que los usuarios suelen encontrar las que son más afines a su sentido estético con más facilidad. Tienen la ventaja de que se pueden instalar también en las paredes, por lo que se puede dejar volar la imaginación para crear nuevas combinaciones o decoraciones en baños y cocinas.
Como ves, los diferentes tipos de baldosas hidráulicas son capaces de aportar a cada persona exactamente lo que está buscando y otorgar mucha originalidad en las diferentes estancias. Estas cualidades han conseguido que vuelvan a estar de moda sistemáticamente y que se conviertan en una opción muy atractiva para vestir los hogares con mucho carácter.
La facilidad para apostar por diferentes tipos y estilos de baldosas, unida a la simpleza a la hora de instalarlas, las hacen buenas candidatas para cualquier reforma. Solo hay que escoger la opción favorita y empezar a crear un hogar a medida con su ayuda.